Clemente, una patata caliente
El centrocampista tinerfeño, cedido durante el segundo tramo de la temporada en Cartagena, regresa a Orriols con un año más de contrato.
Óscar Clemente es una de las patatas calientes del Levante este verano. El centrocampista de Adeje, cedido durante el segundo tramo de la temporada en Cartagena, regresa a Orriols con un año más de contrato y un aumento exponencial de su sueldo con el ascenso a Primera.
Clemente, que tenía un papel residual en los esquemas de Julián Calero en la primera mitad de la temporada, se marchó a préstamo a Cartagena, donde no ha estado a la altura de las expectativas. Ahora, regresa a un Levante de Primera, que deberá tomar una decisión respecto al año de contrato que le resta.
Clemente llegó durante el verano de 2023 como agente libre al Levante después de conseguir precisamente el ascenso con Las Palmas a la máxima categoría y firmó un contrato por tres temporadas, hasta 2026, con un importante salario.
Sin embargo, su paso por Orriols ha sido residual y el pasado mercado de invierno la dirección deportiva liderada por aquel entonces por Felipe Miñambres optó por ceder al jugador al Cartagena para competir en la segunda parte de la temporada. Comenzó siendo importante para Romo, pero con el paso de las jornadas fue perdiendo peso en el equipo, pese a acabar la temporada con dos titularidades.
El caso de Clemente es, más allá de su importante estatus económico en la plantilla, como el de otros jugadores con los que no se cuentan con la promoción. Una patata caliente de un activo que no ha estado a la altura en cuanto a nivel deportivo y al que le resta un año de contrato para finalizar su vinculación con el Levante.
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