Aprobados y suspensos del Almería: un querer y no poder
Melero y Melamed, los más destacados de un equipo indálico terrenal y sin esa marcha extra tras una gran primera mitad. Como en la ida, las maderas en contra.
Fernando Martínez. No tuvo demasiado trabajo el meta. Poco que hacer en el latigazo de Cazorla. Sí que va por su palo, pero potente y tocado. Se ha pagado caro su error en la ida y ese primer tanto de Nacho Vidal.
Kaiky. Una de las novedades en el once. En la línea del resto de la zaga. Hizo un partido serio atrás el equipo indálico y el joven brasileño no desentonó.
Chumi. Quizá el más solido de los centrales. Siempre en posición y un buen trabajo sobre Alemao, que tuvo una tarde difícil sobre todo en la primera parte. Más problemas le generó Fede Viñas en la segunda.
Édgar González. Salida limpia con la pelota, conduciendo y rompiendo líneas. Contundente por arriba e importante en la construcción. Bien en los duelos.
Bruno Langa. Otra modificación sorprendente de Rubi, buscando más físico y recorrido ante Hassan y ese puñal por esa banda derecha. Le costó el duelo. Muy justo en ataque, poco preciso en los centros.
Lopy. De más a menos el pulmón senegalés. Abarcando mucho campo, llegando al área e incluso atreviéndose con varios disparos a portería. Pero sobrepasado en la segunda parte, desarrollo parecido a la ida. Tarde a los duelos, faltas, entrando a ese juego tenso con el rival.
Gonzalo Melero. El mejor del Almería y no por el gol de penalti. Organizador, esa jerarquía en un contexto crítico, sin errores y dando sentido al juego. Muy fiable, quizá su mejor partido en el último tramo de curso. El faro.
Nico Melamed. El más incisivo en ataque. Un disparo desde lejos al larguero, participativo en el juego asociativo, cómodo entre líneas y desborde.
Arnau Puigmal. De carrilero y aprovechándose del dominio que tuvo el Almería con la pelota, un grueso de la primera parte en campo contrario, y en defensa no necesitó trabajar. Pocos destellos.
Sergio Arribas. En su línea de combinar bien por dentro, igual que Melamed en ese juego asociativo. Pero apartado del juego, seguro que parte del plan de Paunovic. Ese trabajo invisible del Oviedo, clave en el pase.
Lazaro Vinicius. Ni se asoma al peligro de Luis Suárez, pero Rubi le incluyó en el once por agitar la ida. Pero esta vez sin efectos en el partido, desaparecido en el juego. Poco que rascar.
Desde el banquillo
Alejandro Pozo. De los primeros cambios, pero no mejoró la aportación de Puigmal, en la misma línea.
Álex Centelles. El mejor de los suplentes, junto a Pozo en esa primera ventana (71′). Lo buscó el Almería para los centros, desborde en esa banda izquierda.
Marezi. Entró de segunda punta para buscar ese 1-2. No las tuvo al igual que en la ida.
Leo Baptistao. Bien el brasileño, que hizo el esfuerzo pese a estar tocado. Un cabezazo al palo.
Rachad Fettal. Entró casi en el descuento por sumar jugadores en el área.
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