Mallorca

Arrasate: “Se me ha hecho el año corto”

El técnico vasco valora el cariño del mallorquinismo hacia su persona.

Jagoba Arrasate, entrenador del RCD Mallorca.
@RCD_Mallorca
Gabriel Forteza
Actualizado a

Jagoba Arrasate hace balance de su adaptación a Mallorca y al Mallorca, a su cultura y a su idiosincrasia un año después de su llegada y lo hace a través de los medios oficiales del club balear.

El técnico vasco habla de sus planes favoritos, de sus lugares de desconexión, de su ‘refugio’ en los malos momentos y de los sitios que le recuerdan a su casa.

A su vez, también valora el cariño del mallorquinismo y su sentimiento de pertenencia, la temporada deportiva del equipo y la ambición de cara al futuro. Así han sido los 365 días de Arrasate en su nuevo hogar:

¿Cómo ha sido su adaptación a la isla?

“Yo creo que bien porque se me ha hecho el año corto. Eso, en teoría, es buena señal. Y, bueno, la verdad es que estoy encantado. Tanto en lo personal como en lo profesional”.

¿Qué es lo que más le ha sorprendido?

“Bueno, me faltan muchos sitios por conocer, pero me gusta la tranquilidad de la isla, en función de si sabes moverte, y que te invita un poco a una vida saludable, a hacer deporte... Y son cosas que yo valoro”.

Se nota que es una persona a la que le gusta incrustarse en la cultura del lugar al que va.

“Es que no lo entiendo de otra manera. Si vamos a un sitio, nos tenemos que empapar un poco de la cultura de ese sitio y también de la idiosincrasia del club. Y en ese aspecto, siempre ha sido uno de mis objetivos. Allá dónde vaya, intentar involucrarme al máximo”.

¿Y qué tal con el mallorquín?

“Bueno, sé palabras: días de la semana, números... Todo eso, bien, pero mis hijos van un poco por delante y son los que me están enseñando el mallorquín”.

Aquí tiene lugares que le pueden recordar a tu tierra, como aquel frontón de Sineu al que fue, ¿no?

“Sí, por supuesto. Aquí hay una casa vasca y se hacen actos relacionados con la cultura de allí. Cuando me dijeron que en Sineu había un partido de pelota, que luego había canciones vascas y todo eso, la verdad es que fue una gozada. Vas allí y es como sentirte en casa. Y luego, claro, siempre hay alguno que ha venido aquí que te cuenta su historia, de cómo se ha adaptado aquí... A mí todo eso me encanta. Es un poco recordar tus raíces y eso siempre gusta”.

Esto es un paraíso, pero también se sufre, ¿no?

"Sí, por momentos tienes la sensación de paraíso, porque la verdad es que el entorno es maravilloso y a mí que me gusta pisar tierra, la naturaleza, el mar y todo eso. La verdad es que es precioso, pero también es verdad que como somos entrenadores no somos ajenos a la presión que tenemos".

¿Dónde se ‘refugia’ en los malos momentos, resultados, rachas...?

“Sobre todo, en la familia. Cuando tienes una mujer y tres hijos, la verdad es que siempre tienes algo que hacer. Además, están en el cole, están en extraescolares... Entonces, estamos siempre de un lado a otro. Pero también es verdad que hay momentos donde puedo disfrutar de ir a dar una vuelta, un paseo al monte, a correr... Hay infinidad de sitios y eso a veces me libera también”.

Y ahora que hay vacaciones, ¿cómo desconectará?

"Haciendo aquellas cosas que durante el año son más difíciles. Poder estar con los amigos, poder visitar mi tierra. Ahora que estoy aquí y los críos están en el cole, aprovecho para visitar sitios que no conocía. El tiempo también acompaña y un chapuzón siempre viene bien. Y, bueno, a hacer esas cosas que al final te van relajando y que también hacen que te vengan cosas a la cabeza, que vienen bien para analizar, para corregir. Y en nada, como otra vez estaremos de vuelta, seguro que llegaré con las pilas cargadas".

¿Cree que eso le puede llevar a tener una valoración de la temporada distinta a la de hace unas semanas?

"Hombre, a veces las valoraciones en caliente no son las más exactas o las más... No sé. Es verdad que todos nos hemos quedado con esa sensación de que podía haber sido mejor y con el tiempo, seguramente, le daremos más valor. Pero también lo entiendo, ¿eh? Nos quedamos siempre con lo último y lo último no ha sido bueno. Entonces, es normal que tengamos esa sensación".

¿Qué aprendizaje extrae de esta temporada?

“Que conocemos mejor a la plantilla, que conocemos mejor al Real Club Deportivo Mallorca, que conocemos mejor la isla, conocemos mejor la liga un año más... Y con todo eso, con todo ese popurrí, tenemos que detectar un poco lo que necesitamos y luego, potenciar también aquello que hemos hecho bien”.

Del club en sí, ¿qué es lo más destacaría?

"Sobre todo, el tema familiar. En Son Bibiloni (ciudad deportiva) hemos estado muy cómodos. Tenemos una plantilla que es una familia y luego con los trabajadores del club, también. Siempre el trato es cordial con todo el mundo. E intento yo adaptarme también. En un momento dado, si me piden opinión, también darla porque he estado en otros clubes y los hay que también hacen las cosas bien. Y entre todos intentar seguir creciendo".

¿Y cómo percibe el sentimiento de la afición hacia el Mallorca?

"Es verdad que hay ese sentimiento de pertenencia. Hay pueblos, hay sitios del interior donde el mallorquinismo está a flor de piel. Mucha gente que te para por la calle, que te dice cosas. Entonces, te das cuenta también del sentimiento que hay aquí, ese sentimiento mallorquinista. Y lo que queremos es que eso poco a poco vaya a más".

¿Qué le dice toda esa gente que le para por la calle?

"Te cuentan alguna historia, alguna anécdota relacionada un poco con la historia del Mallorca... Y a mí me gusta mucho eso. Lo puedes encontrar en cualquier sitio. Si vas al cole, alguien te puede parar y te puede decir algo en la puerta del cole. O cuando voy a ver los entrenamientos de los hijos, lo mismo. En cualquier sitio porque hay mallorquinistas por todos los sitios. Y es verdad que yo agradezco eso y me sirve para entender mejor al mallorquín".

Habla de los entrenamientos de sus hijos. ¿Le gusta estar ‘metido’ también en el fútbol amateur de la isla?

“Sí... A ver, yo vengo de ahí, entonces me encanta eso. Y tengo dos hijos jugando aquí, en La Unión. Voy a los entrenamientos, voy a los partidos que puedo ir, que no son muchos. Me gustan esos clubes y cómo salen adelante. Yo en su día también estuve involucrado en el equipo del pueblo y sé lo difícil que es tener que compaginar un poco todos los horarios, coordinar un poco todo, tener que vender rifas... A mí me gusta el fútbol puro, que un poco es eso. Y me gusta estar aquí, en el Secar, pero también cuando juegan contra otros equipos me gusta ir a otros campos y conocer un poco el fútbol amateur de aquí, de Mallorca”.

Y ahora, la clave es volver a generar ilusión para la temporada que viene, ¿no?

“Yo creo que sí. Es verdad que este año seguramente hemos generado ilusión y luego no lo hemos concretado y eso te deja un poso un poco de sinsabor. Pero no podemos olvidar tampoco cómo ha sido la primera vuelta, cómo se ha enchufado la gente, todo lo que hemos vivido. Entonces, bueno, vamos a intentar seguir dando pasos, que el Mallorca vaya creciendo. Creo que el hecho de terminar entre los diez primeros ya es un paso adelante. Pero no nos queremos parar ahí. Queremos ser cada día mejores y lo vamos a intentar”.

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