Pradilla irrumpe en el duelo generacional
El ala-pívot del Valencia Basket firma un doble-doble (14 puntos y 10 rebotes) para llevar a su equipo a la primera victoria de la semifinal.

El primer duelo generacional de la serie programado en La Fonteta fue para... Jaime Pradilla. El ala-pívot del Valencia Basket puso patas arriba a todo el juego interior del Tenerife. Anotó 14 puntos (12 de ellos en la primera parte) pero lo más importante de todo es que reboteó debajo de ambos aros (5 capturas defensivas y 5 ofensivas) para darle sentido al juego que plantea Pedro Martínez. En su planilla brilla un doble-doble, con 22 créditos de valoración, para darle lustre a su actuación pero en su consciencia queda que llevó a su equipo a donde quería su entrenador. Scariolo también sonríe.
RESUMEN
65.- La Laguna Tenerife (19+18+22+6): Huertas (18), Sastre (2), Kramer (3), Doornekamp (17), Shermadini (3) -cinco titular- Jaime Fernández (-), Fitipaldo (11), Costa (-), Scrubb (7), Kostadinov (-), Abromaitis (2) y Yorin (2).
Árbitros: García González, Serrano y Sánchez Sixto. Sin eliminados.
Incidencias: primer partido de semifinales de la Liga Endesa disputado en la Fonteta ante 7.453 espectadores.
Y no es que Montero y Marcelinho pasaran desapercibidos en el primer duelo de la serie. Más bien al contrario. El caribeño (16 puntos) dejó su sello en varias entradas de póster en el último cuarto que acabaron de derrumbar al equipo de Vidorreta. Y el brasileño (18 puntos y 5 asistencias) sostuvo a los suyos hasta que le dio el físico en un enfrentamiento en el que el Valencia lo llevó al límite. De hecho, solo él y Doornekamp (17 puntos, 5 triples) dieron la talla en el duelo inaugural de la serie en el conjunto insular.
El Valencia pone el 1-0 y se coloca a solo dos partidos de una final que no pisa desde 2017, con Pedro Martínez en el banquillo. Pero el Tenerife ni mucho menos ha dicho su última palabra. Bien saben en La Fonteta que Txus Vidorreta siempre tiene un as más debajo de la manga. El jueves habrá otra batalla en la que, a buen seguro, lo que ha sucedido esta noche será aprovechado por ambos técnicos. Y después, pase lo que pase, habrá que ir a Tenerife. Hay mucha tela que cortar aún en esta serie semifinal.
Pese a que Doornekamp y Kramer castigaron con triple los primeros errores desde el 6,75 de Badio y Ojeleye, el Valencia salió a todo tren. Esta eliminatoria apunta a ser larga. Pero si el Valencia Basket juega toda la serie como lo hizo en los primeros 20 minutos, nadie le podrá reprochar nada. Con un Pradilla indetectable para la defensa de La Laguna Tenerife, el Valencia contuvo los primeros ataques posiciones insulares, que casi siempre acababan en canasta. Pedro Martínez pronto puso en funcionamiento su rotación express. Si pestañeas te lo pierdes. Y Sestina y De Larrea no se lo querían perder. El primer balón que cogieron, triple al canto. El Tenerife estaba incómodo. Las salidas de Morin Y Scrubb alteraron un poco el desorden ordenado que aplica este Valencia a cada acción y lo dejaron en 23-19 al fin del primer acto de la semifinal.
En el segundo cuarto llegó el primer hachazo taronja. Tras una acción inicial de Marcelinho que apretaba el marcador, Pradilla y Chris Jones se marcaron un parcial de 12-0 casi en solitario, animados por una Fonteta que se acabó de calentar tras una refriega entre Shermadini y Pedro Martínez. Los ex Sastre y Doornekamp, junto a Marcelinho, echaron agua fría en la caldera pero Chris Jones estaba desatado. En el 1x1 nadie le paraba. Siete puntos seguidos del texano pusieron la máxima en toda la primera mitad (45-29, min. 18). Pero una falta antideportiva que se fabricó Marcelinho cortó la racha. Dos triples seguidos de Doornekamp, el segundo sobre la bocina, dejó la renta valenciana en 47-37, al descanso.
Pedro Martínez se temía que Txus Vidorreta se sacara algo de la chistera para cambiar el ritmo local. Y así fue. La defensa de ajustes tinerfeña colapsó los primeros ataques taronjas que incurrieron en numerosas pérdidas. Además, el rebote era visitante, con varias capturas ofensivas, que le daban segundos tiros. Doornekamp veía el aro como una piscina olímpica, al contrario que durante su etapa en La Fonteta, y uno de sus triples puso al Tenerife lo más cerca posible (53-50, min. 24). Incluso tuvo un par de tiros para empatar. Pero no acertó y, después de un intercambio de tiros libres, Ojeleye y Badio le quitaron el tapón al aro con sendos triples, dando una bocanada de oxígeno a su equipo. Pero Vidorreta a había llevado el partido a la trinchera, lo que aumentaba las posibilidades del Tenerife. Un triple de Fitipaldo, sobre la bocina, lo dejó en 67-59, con diez minutos por disputar.
Era el momento de la verdad. El momento de Marcelinho y Montero. Se venía momento grande. Y así respondió el dominicano. Dos entradas de Montero volcaron La Fonteta y rompieron definitivamente el duelo. El brasileño respondía como podía pero se le veía algo fundido. Una antideportiva de Costello a Shermadini parecía reenganchar al Tenerife al partido. Pero el pívot solo metió un libre (71-62). Quedaban 8:27 para el final. Y en todo ese tiempo el equipo isleño solo anotó un triple de Scrubb. Otra penetración jordanesca de Montero, volando por encima de tres rivales para anotar tras un rectificado, y un triple del capitán Puerto lo acabaron de matar mientras el Tenerife se ahogaba en sus propios ataques. La última de Puerto puso la máxima en todo el partido (83-65) y el 1-0 en todo lo alto de La Fonteta.
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